“Yo contribuyo a la equidad de género”, se llama nuestro taller enfocado en establecer estrategias para promover la inclusión y la equidad de género en los equipos. Sin embargo, cuando la participación es optativa, la amplia mayoría de las personas que se acercan suelen ser mujeres. Y cuando los varones tienen que participar obligatoriamente, es fácil leer en sus rostros expresiones de resignación o indiferencia. En el fondo subyace aun la idea de que los temas de género son temas de mujeres, y los varones no son más que meros observadores pasivos de una lucha que sólo beneficiará a las mujeres y perjudicará a los varones. Nada más alejado de la realidad. ¡Analicémoslo!
Hay un mensaje que me ocupo particularmente de transmitir (y reforzar) a lo largo de los talleres de equidad de género: Todos perdemos con las desigualdades de género perpetuadas por los roles tradicionales y los estereotipos. Y cuando digo todos, me refiero a todos, todas y todes. Las desigualdades de género ocasionan solo perdedores, y entre ellos, también están los varones. Por ende, la lucha por la equidad de género, también es tema de nosotros. Sin sumar a los varones como aliados, es difícil que las políticas de equidad de género prosperen en una organización.
¿Por qué los varones se benefician con la igualdad de género? Nuestra sociedad tiene una visión peligrosamente estrecha de la masculinidad, lo cual limita lo que un varón tiene permitido «ser». Los mensajes sexistas sutiles comienzan a temprana edad y luego nunca, nunca cesan. Si se percibe a la «masculinidad» como una negación de todo lo femenino, entonces ambos sexos terminan siendo víctimas de esta emboscada. El siguiente video refleja el bombardeo de mandatos que los hombres nos vemos socialmente obligados a seguir. Presta atención y reflexiona si alguna vez te han dicho alguna de estas 48 frases:
Seguramente te han dicho más de una. Cada vez que nos alejamos de la “norma”, del comportamiento esperado en los varones, la sociedad nos condena. Y nosotros también somos parte de esa sociedad: ¿has expresado tú alguna de estas frases a otros varones? Posiblemente también. Los mensajes subliminales estereotipados sobre la masculinidad generan grandes costos para los varones:
1. Si los varones deben ser los proveedores principales, su valor se reduce a la capacidad de proveer. Esto les resta libertad para compartir las responsabilidades financieras con sus parejas, ya que de esta manera “perderían valor”.
2. Si la única emoción aceptable en los varones es el “enojo”, entonces se ven privados de la posibilidad de expresar otras emociones como la tristeza, la vulnerabilidad, etc.
3. Si no se espera que los varones se ocupen del cuidado de sus hijos/as (porque punto 1), entonces sus relaciones con estos/as serán más distantes, menos sustanciales. ¿O acaso la licencia por maternidad y paternidad son iguales en tu país?
4. Si el éxito de un varón se determina por el status y posición económica comparativa con otros varones, entonces no podrán definirse por sí mismos de acuerdo con sus propios valores e intereses.
5. Todo esto implica una carga física y psicológica que acompaña a los varones desde que el género se acomoda en el subconsciente. Asumimos estos estereotipos de género como un “deber ser”, influenciando en nuestras conductas y relaciones.
Reconocer los costos que los varones asumen como consecuencia de la desigualdad de género, es un paso importante para incluirlos en las distintas iniciativas pensadas para generar un ambiente de trabajo más inclusivo para varones y mujeres. También será mucho más fácil reconocer que las mujeres probablemente también estén asumiendo otros costos que los varones no necesariamente perciben. Es la magia de la empatía, porque si todos/as perdemos con la desigualdad de género, entonces todos/as podríamos ganar con la igualdad.
¿Cómo invitan a los varones a sumarse a las iniciativas para fomentar la igualdad de género en tu organización?
Por Marcelo Baudino
Experto en Diversidad, Equidad e Inclusión
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